La carne es un incondicional para la mayoría de los seres humanos, tanto que la necesitan al mismo nivel que la ingesta de dulce o los hidratos de carbono, y otras personas en cambio, motivadas por algunas tendencias veganas o vegetarianas, la aborrecen o la han eliminado de su dieta de forma radical. Lo cierto es que el consumo de carne se ha frenado en las últimas décadas.
La OMS ya puso el foco en su consumo excesivo. El aumento de colesterol, la gota o incluso algunos tipos de cáncer pueden surgir a consecuencia de comer algunos tipos de carne en cantidades elevadas.
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Sin embargo somos carnívoros por naturaleza, y también es cierto que la forma de procesar determinados alimentos no es igual en todos los humanos. Veamos algunas conexiones y cómo el consumo de carne está directamente relacionado con algunas enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer.
Reactividad y su especificidad. Las moléculas SIGLECS
Las dos características más importantes del sistema inmune de los humanos son su reactividad y especificidad, superiores sin lugar a dudas a las de cualquier otro primate en la tierra.
Estas dos particularidades nos confieren la capacidad de dar respuesta a una enorme variedad de estímulos, incluyendo también a numerosos microbios patógenos.
Además, al mismo tiempo y casi como una máquina perfecta, nuestro sistema inmune cuenta con diferentes mecanismos para evitar las respuestas contra nuestros propios tejidos; así la reactividad inmunitaria se compensa con la especificidad de su respuesta.
Entre los mecanismos que poseen los mamíferos para frenar la reactividad del sistema inmune contra los tejidos propios, está la capacidad de los tejidos para expresar moléculas que actúan a modo de “freno” inmunitario.
Estas moléculas se llaman SIGLECS y se expresan en la mayor parte de los tejidos corporales. En realidad, son diferentes tipos de lectinas unidas a unos azúcares que se llaman ácidos siálicos.
Concretamente en los mamíferos, los ácidos siálicos clave que se incorporan a estos SIGLECS se denominan Neu5Ac y Neu5Gc. Pero en los humanos, en cambio, solo somos capaces de incorporar uno de estos azúcares, el Neu5AC.
En algún momento de la historia perdimos el Neu5Gc
Volviendo a la evolución, se cree que hace unos 2 millones de años, una mutación se fijó en el linaje humano, que perdió la capacidad de sintetizar Neu5Gc. Esto se explica en dos teorías,
- Por un lado, la que explica un cuello de botella causado por un agente infeccioso (Plasmodium) que aprendió a unirse a Neu5Gc para penetrar en el organismo, ocasionó un proceso de selección negativa que propició la deleción del gen responsable para la síntesis de este azúcar.
- Por otro lado está la corriente, que de manera no excluyente, propone que una fertilidad incrementada en hembras y machos carentes de Neu5Gc provocó un proceso de selección positiva para este genotipo.
De un modo u otro, está claro que hoy en día los humanos no podemos sintetizar este azúcar. Pero sorprendentemente, el Neu5Gc se sigue detectando en pequeñas cantidades en numerosos tejidos humanos tanto sanos como enfermos, especialmente en epitelios y endotelios.
Esto nos hace formularnos determinadas cuestiones interesantes como ¿si no podemos producir estos azúcares, cómo llegan a nosotros? Y, si no se producen por el organismo pero se incorporan a nuestros tejidos, ¿siguen cumpliendo su función de freno inmunitario? o en cambio, ¿podrían incrementar la reactividad del sistema inmune contra estos tejidos propios que expresan moléculas “no propias”? Veamos qué respuestas posibles se pueden dar.
No dejes de leer la segunda parte de este contenido dedicado al consumo de carne donde desde una perspectiva integral y en base a determinadas investigaciones desvelaremos la conexión asociada de este alimento con la aparición de determinadas enfermedades.
Fuente:
Dhar, C., Sasmal, A., & Varki, A. (2019). From “serum sickness” to “xenosialitis”: past, present, and future significance of the non-human sialic acid Neu5Gc. Frontiers in immunology, 10, 807.
Llevo más de 20 años dedicado al campo de la salud y de la formación, especializado en el ámbito de la Psiconeuroinmunología clínica.
He tenido la suerte de formarme y entrar a formar parte del equipo del Dr. Leo Pruimboom, la gran referencia internacional en esta disciplina.
Me apasiona mi labor docente, poner al servicio de cientos de alumnos de todo el mundo todo este bagaje y conocimiento para acompañarles en el proceso de formación en esta maravillosa disciplina.
Igualmente disfruto y aprendo de mis pacientes en mi labor clínica diaria.