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 Pull cerebral, la clave para controlar el apetito (I).
 Pull cerebral, la clave para controlar el apetito (I)

Pull cerebral, la clave para controlar el apetito (I)

Investigación 31 agosto 2022

El Pull cerebral (o tiro cerebral) es un mecanismo fundamental para preservar la salud; así se convierte en uno de los principales afectados en el caso de algunas enfermedades tan frecuentes en pacientes como la diabetes, la obesidad o el síndrome metabólico3. En esta primera parte te contamos cómo funciona y por qué es la clave para controlar el temido apetito.

El cerebro es el órgano más resistente y que mejor se mantiene incluso en algunos estados extremos como la desnutrición2, teniendo en cuenta que esta es una de las principales respuestas en favor de la supervivencia.

Ya hemos hablado en algún que otro post que el cerebro es junto con el sistema inmune, un órgano clave para la supervivencia, y que en un estado tan extremo como en el caso del hambre, activa mecanismos para poner en marcha los recursos energéticos almacenados en el cuerpo y así anteponer su jerarquía a la hora de consumirlos.

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Pero para explicar cómo funciona el pull cerebral, antes de nada necesitamos dar respuestas a cuestiones como…

¿Cómo se nutre el cerebro?

Hasta hace prácticamente menos de dos décadas, se pensó que el cerebro no empleaba ningún tipo de maniobra específica para acceder a los recursos energéticos circulantes. Se creía que únicamente atravesaba la barrera hemato-encefálica (una barrera permeable que separa la sangre que circula por el cerebro de las propias neuronas) en función de sus propias necesidades.

Sin embargo, una publicación del año 2004 The selfish Brain Theory1 (teoría del cerebro egoísta) del Dr. Achim Peters cambió todo en este sentido. Como especialista en el estudio de la obesidad de la Universidad de Lübeck en Alemania que describe cuáles son los procesos activos en los que el cerebro antepone sus necesidades de energía frente a los de cualquier otro órgano, se da cuenta que no funciona como hasta ahora se pensaba.

La clave frente a señales de estrés: controlar la comida

Simplificando demasiado, cuando el cerebro necesita una cantidad de energía extra, por ejemplo ante una situación de estrés que nos pide comer, se supone que debería ser el Pull Cerebral el mecanismo que soluciona esta demanda extra a partir de los recursos almacenados.

Si esto fuera así, la grasa corporal se debería descomponer en glicerol, glucosa y cuerpos cetogénicos, el glucógeno hepático se movería hacia la sangre en forma de glucosa, y ante el estrés se activa una cierta actividad muscular por la que el músculo empieza a producir ácido láctico4.

De tal manera que a través del pull cerebral, el cerebro consigue aumentar la disponibilidad de los recursos energéticos en la circulación sanguínea (glucosa, ácido láctico, el glicerol, cuerpos cetónicos, etc.) y en segundo lugar optimiza su captación. Todo esto, sin despertar el apetito y sin tener que aportar energía extra a partir de los alimentos.

En este proceso, Peters añade además un matiz fundamental: que el cerebro al mismo tiempo que moviliza los recursos hacia la sangre, bloquea la producción de insulina en el páncreas5, es decir, la hormona que producimos cada vez que comemos. Y esta afirmación es determinante porque precisamente cuestiona la creencia generalizada de que para cubrir la demanda inicial de energía del cerebro en situaciones de estrés hay que comer y aportar glucosa extra a partir de los alimentos.

Según esta teoría de Peters, para solventar la demanda extra de energía, se supone no es necesario comer de forma inmediata, y por ello tal vez podamos comprender por qué precisamente algunas personas en situaciones de estrés pierden el apetito y por tanto tienden a perder peso. Esta situación precisamente es un reflejo indirecto de que el Pull cerebral está funcionando adecuadamente, y por tanto una muestra del dominio del cerebro en el reparto de energía.

En definitiva, si se mantiene el funcionamiento del PULL cerebral, este mecanismo resultará muy eficaz para protegernos del sobrepeso y las enfermedades metabólicas asociadas.

Fuentes:

1 Peters A et al. The selfish brain: competitios for energy resources. Neuroscience & Biobehavioral Reviews Vol 28, Issue 2, April 2004, 143-180

2 Hardikar A (1999) Role of environmental factors in induction, prevention and reversal of diabetes mellitus. PhD thesis, University of Pune.

3 Peters A, Langemann D. Stress and eating behavior. Biology Reports. 24 Feb 2010, 2:13.

4 Straubb R. Interaction of the endocrine system with inflammation: a function of energy and volumen regulation. Arthritis Research & Therapy 2014, 16:203

5 Peters A, Kubera B, Hubold C, Langemann D. The selfis brain: stress and eating behavior. Frontiers in Neuroscience 2011

 

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