“Me ha picado un mosquito”, cuántas veces no habremos escuchado esta frase. Con el calor, en los sitios de clima tropical o con mucha vegetación, las plagas y el zumbido de estos diminutos y molestos insectos dejan huella en nuestra piel a través de las incómodas picaduras.
Pero ¿cómo y por qué tras el ataque aparece el enrojecimiento inmediato e hinchazón de la piel? Básicamente porque se produce un exceso de histamina. Hoy vamos a indagar un poco más acerca de la presencia de esta sustancia en el sistema inmune.
Los mosquitos están por todas partes y en todos los rincones del mundo. Solo las hembras pican porque su objetivo es reproducirse, y por ello van en busca de alimento succionando una pequeña cantidad de sangre, y provocando así las famosas picaduras en la piel. Cuando su saliva se pone en contacto con la dermis, de inmediato se produce una respuesta del sistema inmunológico que reacciona en forma de picor insoportable y que hace que nos rasquemos sin parar.
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Es curioso, pero estos insectos son selectivos y tienen sus gustos y preferencias. Les atrae el dióxido de carbono cuando exhalamos, les gusta la temperatura corporal elevada, y está comprobado que prefieren atacar a las personas con sangre tipo 0 seguidas de las que tienen tipo A.
La histamina, el mecanismo que reacciona ante los mosquitos
Realmente la encargada de ponerse en acción ante una picadura de estos bichos es la histamina. Cuando el insecto extrae la sangre, al mismo tiempo introduce una proteína anticoagulante que permite que la sangre continúe fluyendo. Acto seguido nuestro sistema la detecta como si fuera un alérgeno y como respuesta libera histamina en forma de inflamación, provocando una dilatación de los vasos sanguíneos y esa sensación de picor continuo.
La histamina es un potente agente mediador y defensor del sistema frente al ataque de agentes externos. Se trata de una molécula que el cuerpo sintetiza a través de células presentes (mastocitos y basófilos) en la sangre, la piel y las mucosas, y que en el caso de las picaduras de mosquitos o incluso de otros insectos se libera en exceso. Por ello, cuando la zona afectada se pone excesivamente roja e hinchada, es que su nivel es elevado.
Histamina y el déficit DAO
Esta hormona también puede estar presente en determinados alimentos. Al comer e ingerir alimentos no existe mayor riesgo, porque cuando la histamina se ingiere, se metaboliza en el intestino por la enzima DAO (Diamino oxidasa); es por ello que cuando aparece el llamado déficit DAO, es debido a que la histamina no se atenúa y causa así los famosos picores, diarreas, migrañas, urticarias y otros múltiples síntomas.
Sin embargo, una ingesta excesiva de determinados alimentos ricos en histamina, sí puede producir un exceso de histamina en sangre. Ocurre con las ocasionales intoxicaciones por pescado, sobre todo con los escombroideos como el atún o el bonito. Si bien no es algo que ocurra con frecuencia, se ocasiona por una liberación elevada de histamina y que como consecuencia provoca una reacción alérgica.
También hay alimentos con niveles más moderados de histamina pero que afectan y producen síntomas a personas con mayor sensibilidad. Es el caso del chocolate o de algunos cítricos presentes en las frutas como el kiwi o la naranja, cuyos efectos pueden provocar dolores de cabeza o síntomas estomacales.
¿A qué se puede deber una deficiencia de DAO? El déficit DAO se produce por varias causas, entre las más conocidas,
- Por causas genéticas, hay veces que se produce menor cantidad de esta enzima.
- También es baja por algunas enfermedades o patologías de carácter intestinal, como las colitis ulcerosas, el cáncer de colon, etc.
- La ingesta de algunos medicamentos tienden a disminuir la DAO.
- Otras razones de carácter fisiológico o circunstanciales inhiben la DAO (la ingesta de alcohol) y suele tener mayor repercusión en las mujeres.
Consejos para pacientes con histamina alta
La histamina se puede controlar y disminuir. Básicamente con una dieta baja en alimentos liberadores de histamina, evitando algunos elementos como el alcohol (cerveza, vino o champagne), los embutidos y las salchichas, los quesos curados, los encurtidos que contienen vinagre, el chocolate, o algunos elementos como el tomate, la berenjena o las espinacas.
Al contrario, se debe aumentar la ingesta de alimentos frescos como las carnes de ave, conejo, ternera o cordero, los quesos frescos o frutas (como los arándanos, moras y el melocotón) y verduras (brócoli, o la calabaza). Además se puede complementar con algún suplemento que combata la excesiva producción de histamina.
Ahora que ya sabemos un poco más, si nos pica un mosquito y comprobamos que el nivel de hinchazón es excesivo, podemos detectar que puede estar directamente relacionado con el nivel de histamina que no se metaboliza correctamente por la DAO, cuidando así la alimentación con el objetivo de controlar el normal funcionamiento intestinal.